martes, 19 de abril de 2011

¡Desperté! Eso creo...


¡Desperté! Eso creo,
aunque no quisiera hacerlo cada que con tus besos sueño,
cada que mi almohada simula tu cuerpo,
no me dan ganas de poner un pie bajo la cama,
cuando busco prolongar todo esto.

Pero el sol terco indica el día en mi cara,
como si lo disfrutase tanto como a tus besos,
aviento por la ventana al día,
cierro las cortinas,
me tiro a la cama, cierro los ojos  y comienzan las fantasías.

Me pregunto si antes de dormir besas a la luna,
o  ¿por qué me saben tanto tus labios a eso?
Son delicados, húmedos, como deben serlo.

En verdad me gusta cómo mis besos aprenden a volar hacia tus labios,
cómo obligan a mis manos y a mis piernas a buscarte pronto y sin miedo.

¡Ay mujer!
Estás desvelándome  las ganas de ir por un beso.
Dime qué me has hecho,
las noches yo las usaba para dormir,
ahora las ocupo soñando con tus besos.

A estas fechas...


A estas fechas,
me doy cuenta de que floreces en abril,
como lo hacen las flores,
como lo hacen los colores que adornan la primavera.

A estas fechas vengo dándome cuenta,
que tus labios florecen adicción,
que floreces mis ganas de buscarte entre las nubes,
entre las gentes que me miran
y entre las que no.

A estas fechas tan tempranas,
me amaneces en los labios,
me amaneces a todas horas,
en mi vida, en la cama,
en las casas de mi viejo San Cristóbal.

¡Estás por doquier  floreciendo un “nosotros”!

miércoles, 6 de abril de 2011

Ausencia de recuerdos

Ya no siento estas calles como antes.
ya no pateo tus recuerdos camino a casa.

La noche no comparte
con tu ausencia las estrellas,
la luna ya no espera tu llegada.

Te fui perdiendo por fragmentos,
tirados y olvidados en las banquetas,
en cada mirada triste, reflejada.

Fui dejando todo lo que en mi comprendías,
hoy te siento muy pérdida, callada,
tan ausente de tus recuerdos,
algo así como muerta en mi vida.

Ya no te siento más en mi sangre,
estoy desintoxicándome de ti,
estoy liberándome de tus recuerdos.