jueves, 12 de julio de 2012


Soy cuerpo, manos y pies,
soy piel, soy sangre, soy brazos,
soy hombre, pene y orgullo,
soy sensible, soy fuerte y soy humano.

Soy letras, tinta y hojas,
soy pintura, lienzo y pinceles.

Soy ese al que aun no aceptas,
soy el que espera horas, días, meses, tiempo,
soy y siempre seré al que tienes.

Soy el que te ama,
el que te busca y de vez en cuando te encuentra.

Soy esta gastritis,
soy este desvío de columna,
soy este insomnio,
soy esta noche lenta.

Soy el mar en que te sueño,
soy el deseo que te tengo,
soy la pasión con la que te enredo en mi cuerpo,
soy y quizá siempre sea esto.

Si pudiera ser algo más,
quisiera ser tuyo,
ser ese aroma al que recuerdes,
ese recuerdo al que desees regresar,
ese deseo de tenerme en tu piel,
ese encierro en tu pecho, eso quiero ser.

Pero este soy el que quiero ser… Tuyo.

sábado, 7 de enero de 2012

Distancias franqueables



Sé que las distancias no se acortan con suspiros,
pero por lo pronto eso es lo que hay.

Hay calles vacías en mis venas,
mi bombeo ya no es continuo,
el calor no llega a mis piernas
y mucho menos a mis pies.

Hay tanto frío allá afuera,
de manera que te necesito
para cumplir la función de transportarme
a esos lugares donde solo hay calor
porque estás conmigo.

Comienzo a sentir la distancia
aun más franqueable pronunciando tu nombre
y aun haciéndolo más descubro que también
es una defensa contra el frío.

Y es así como en mi vida fluyes,
cuando estás cerca me mantienes a la temperatura exacta,
yo no sé sentirte lejos y extrañarte,
estás aun más acá entre mis pulmones y mi tórax,
esa es tu actividad,
pero tu función no se limita.

¿Cuál distancia nos aterra?,
yo pienso que ninguna,
estás aquí adentro mientras tu cuerpo viene.