A lo mejor...

A lo mejor lo que busco son tus años no algunos, todos ellos.
A lo mejor lo que quiero no sólo eres tú, eres toda tú.
A lo mejor en un "te quiero" tengo para ti escondido un te amo.
A lo mejor lo que quiero no es quitar el tabaco, es hacerme vicio para ti.
A lo mejor y no lo sepas, pero no espero que me correspondas, espero que me quieras por iniciativa propia.
A lo mejor y ni te enteres que desde hace 3 vidas te estoy adorando,
A lo mejor ya seas vida entera... A lo mejor, mejóralo, piénsalo.

Y a veces pasa...

Y a veces pasa que un hombre piensa en una mujer, no en su sexo más bien un poco adentro, en su sentir, en su besar, en su aroma, piensa en lo impalpable, pienso en ti cada que pienso o sea siempre, lo hago mientras escribo, mientras duermo, mientras despierto, mientras me pongo los zapatos y salgo de casa pensando si podré verte, a veces pienso si puede alguien pensar tanto en alguien como lo hago aquí ahora pensando si tú me piensas al pensarte.

Apenas sé de ti...

Apenas sé de ti,

voy conociendo tu boca,

aprendo de tus pasos

y por supuesto hacia dónde te llevan

y me llevaran.

Acá apenas todo sucede,

en este huracán de letras que cae en el pensamiento

y ahora todo habla de ti, pero aún más de nosotros,

en la forma increíble en que te adhieres en cada paso que ya no doy solo,

me devuelves vida dadora de paz.

Te quiero entera,

a como eres y serás, 

te quiero mía sin poseción,

me quiero tuyo en todo,

pero no quiero máscaras, ni quiero olvido,

ni ausencias, no quiero gritos, ni guerras,

tampoco quiero paz que condena,

no quiero nada que nos hiera,

no quiero mentirte ni que me mientas,

no, no quiero perderte cuando apenas te encuentro,

cuando apenas sé  de ti y mis manos tiemblan.

En verdad  no me da miedo estar a dentro y hasta el fondo,

te soy sincero lo que me preocupan no son  los tiernos Jaguares que hay afuera,

ni las Serpientes que buscan y se escurren en la humedad de mis miedos ,

ni los Mosquitos que dulcemente vienen a tomar ésta sangre,

 tanto que me pican las ganas de regresar a donde no sé si alguien me espera.

No, no me da miedo ciertamente todo esto es soportable,

 pero de esto sí estoy  alerta:

el pavor que me dan estas bestias que traigo por recuerdos en mis maletas,

y es cuando  pienso que la soledad  nunca es total,

 siempre nos acompañan un poco de recuerdos,

tampoco sé si uno espera a los días o los días esperan a uno,

 pero acá no se sueña sólo se está despierto,

muy despierto y extrañando.

Ojalá y el tiempo se detenga...

Ojalá y el tiempo se detenga

cuando te bese y también cuando no,

que tus manos no me dejen ir

a donde no vaya contigo,

que tu voz detenga mis latidos

los acelere o que se yo.

Ojalá y el tiempo se detenga

en tu boca que siento mía

en tus manos cuando inundan

mi cuerpo y me quedo sin voz.

Ojalá que tú te detengas

Y te quedes conmigo

Y no sólo ésta vida mi amor.

Éste es un mal nacido cada noche,

cada que cae y revienta en ti,

es andar con mis reproches

y viajar de tu cama a la mía,

buscando motivos para no dejarte ir.

Ya mis manos siempre pendientes de tu llegada,

nocturnas, con ojeras, siempre a la espera,

cuando apenas traducen algunos sueños,

esos por donde vas asegurando que estás por venir,

tú mi andar nocturno que no busco compartir.

Eres lo que más me gusta de mis noches,

de mis días con sueño,

de mis tardes sin fin,

eres todo incluso lo que no quiero,

eres ausencia y lo que me hace sufrir.

Para ser sincero...

Para ser sincero,
te busco todas las noches,
tardes, días, madrugadas,
te busco en todo el calendario
y de ti aún no sé nada.

¡Para ser sincero, ya no te espero, por eso te busco!

Para ser sincero,
estás como que haciéndole falta a mi mano cuando voy por la calle,
estás cómo faltándome en el parque,
en el cine, en las reuniones familiares,
donde mi hombro apetece  a tu cabeza.

Para ser sincero,
no sé si he de encontrarte,
a veces juego a adivinar tu nombre
y me pregunto qué tan bien se ve junto al mío.

Para ser sincero,
hoy te necesito aquí en lugar de mi almohada,
te necesito para verme en tus ojos,
para recorrer tu piel delicada,
te necesito para usar la cama y dormir,
para ya no dar vueltas tratando de cubrir tu espacio.

Para ser sincero,
ya no quiero escribirte,
me di cuenta de que ni con esto llegas.

Para serte muy sincero y no mentirte,
ya no hay nada en mí que no esté buscándote…

¡Amor de mi vida!

Nada hay en mi cuerpo...

Nada hay en mi cuerpo y en mis textos que no te ame,
que no te desee, que no te sueñe a diario.

Nada hay que decir de lo que es obvio,
pero ¿qué tiene tu espalda?,
¿será la piel misma de tu cuerpo que seduce a mis letras que aún maduran?.

Mis labios me han dictado algunos besos para escribirlos en tu espalda,
mis manos necias, insisten en acentuar tus lunares,
y acompañarlos con vocales hasta llegar a tu cintura.

Tengo ganas de morir y renacer en cada parte de tu cuerpo,
que te alimentes de mí a todas horas,
que no tenga límites la entrega.

Y sin ignorar otra parte de tu cuerpo;
¡que hermosa espalda tienes!
eres la hoja perfecta, imán de mis letras.

¡Desperté! Eso creo...

¡Desperté! Eso creo,

aunque no quisiera hacerlo cada que con tus besos sueño,

cada que mi almohada simula tu cuerpo,

no me dan ganas de poner un pie bajo la cama,

cuando busco prolongar todo esto.

Pero el sol terco indica el día en mi cara,

como si lo disfrutase tanto como a tus besos,

aviento por la ventana al día,

cierro las cortinas,

me tiro a la cama, cierro los ojos  y comienzan las fantasías.

Me pregunto si antes de dormir besas a la luna,

o  ¿por qué me saben tanto tus labios a eso?

Son delicados, húmedos, como deben serlo.

En verdad me gusta cómo mis besos aprenden a volar hacia tus labios,

cómo obligan a mis manos y a mis piernas a buscarte pronto y sin miedo.

¡Ay mujer!

Estás desvelándome  las ganas de ir por un beso.

Dime qué me has hecho,

las noches yo las usaba para dormir,

ahora las ocupo soñando con tus besos.

A estas fechas...

A estas fechas,

me doy cuenta de que floreces en abril,

como lo hacen las flores,

como lo hacen los colores que adornan la primavera.

A estas fechas vengo dándome cuenta,

que tus labios florecen adicción,

que floreces mis ganas de buscarte entre las nubes,

entre las gentes que me miran

y entre las que no.

A estas fechas tan tempranas,

me amaneces en los labios,

me amaneces a todas horas,

en mi vida, en la cama,

en las casas de mi viejo San Cristóbal.

¡Estás por doquier  floreciendo un “nosotros”!

Ausencia de recuerdos

Ya no siento estas calles como antes.
ya no pateo tus recuerdos camino a casa.

La noche no comparte
con tu ausencia las estrellas,
la luna ya no espera tu llegada.

Te fui perdiendo por fragmentos,
tirados y olvidados en las banquetas,
en cada mirada triste, reflejada.

Fui dejando todo lo que en mi comprendías,
hoy te siento muy pérdida, callada,
tan ausente de tus recuerdos,
algo así como muerta en mi vida.

Ya no te siento más en mi sangre,
estoy desintoxicándome de ti,
estoy liberándome de tus recuerdos.

Escala en grises

Se nos muere la vida,

se nos mueren los colores

en escalas tristes, grises.

Que sofocantes y monótonos

somos sufriéndonos,

amándonos, llorándonos,

en vidas de frascos con arena,

como si el tiempo valiera.

Tenemos rastros de una vida

marcada en el cuerpo,

tenemos sitios vacíos,

que aun alimentamos con silencios.

Dime, ¿qué hago sin ti vida mía?,

cuando en ti florecen colores sin agonías,

cuando en ti descubro

el rojo de unos labios tiernos,

buscando los míos,

manchando los besos.

Pero ya no son horas estas carajo,

ya no son horas

de andar pintando una vida contigo.