sábado, 6 de noviembre de 2010

Eutanasia de amor

Nuestro amor envejeció pronto,
consumimos sin medida los besos
y las manos hicieron lo que los  labios sin control,
los días se fueron junto con tu amor,
tratamos de evitarlo pero esto es parte de la vida,
es el rol de dios.

¿Por qué envejeciste antes que yo?
 no por eso te culpo o ignoro mis
monótonos celos causados sin intención,
enfermaste por excesos o que se yo,
te embriagaste de mis besos fermentados
y yo de tu cuerpo me hice una adicción.

No lo niego a veces, en las
noches frías de mi cuarto
le haces tanta falta a la
arruga que dejaste en mi interior,
te llevare todos los días conmigo,
un síntoma obligado de mi adicción.

Que extraño es esto del amor
y sus diferentes manifestaciones
de el en mi, en ti, en ambos, en todos,
en esas cosas que nos recuerdan
lo mortales y terrenales
que somos ante el amor,
y es cuando me cuestiono
¿es así el amor?¿así termina?.

¿Dónde estarás ahora?,
¿me extrañaras?,
hubiera dado media vida
porque no murieras,
la mitad faltante la querría para vivirla contigo.

Yo no se mucho del amor,
aun no se me pinta de luna el cabello,
pero aprendí contigo que todos los amores
son eternos, al menos cuando no lo contamos
con el tiempo.

Fuimos tan eternos como quisimos,
solo que aceleramos la vida,
aceleramos todo,
aceleramos los momentos.

Hoy llevo conmigo algunas carisias,
algunos besos tatuados en el cuerpo,
llevo en mi la extensión de tus manías,
llevo noches frías, llevo arrastrando
tu recuerdo vida mía.

¿Dime que haré con todo esto?
¿dime tú que te llevas vida mía?,
ahora que estas con tu nuevo amor,
ahora que disfrutas de esa vida
en el eterno oriente.

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